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Justicia a medias: juez dicta 11 años de prisión al agresor de Giovana

Actualizado: 4 nov 2022

Un juez del Estado de México declaró culpable a Carlos 'N' por el delito de violación en agravio de Giovana Trejo, su exesposa, y le impuso una pena de 11 años de prisión. "En 11 años va a estar libre y haciendo de las suyas otra vez", dice la víctima.

Carlos 'N' fue declarado culpable del delito de violación en agravio de Giovana, su exesposa y madre de sus cuatro hijos. FOTO: Melissa Galván/Marejada

Durante casi dos décadas de matrimonio y posterior a este, Giovana Trejo sufrió violencia física, económica y sexual por parte de su exesposo, Carlos "N", declarado culpable por el delito de violación y recibió una sentencia que, considera la víctima, no es justa.


Un juez de Cuautitlán, Estado de México, dictó este viernes una sentencia de 11 años de prisión para Carlos "N", el sujeto que violentó a Giovana, la separó de sus tres hijas y presuntamente le provocó un aborto.


La pena máxima por el delito de violación en el Estado de México es de 20 años de prisión. "En 11 años va a estar libre y haciendo de las suyas otra vez", dijo Giovana afuera de los juzgados, donde también adelantó que apelará esta sentencia.


Es culpable


El pasado 26 de octubre, cuando Giovana Trejo salió de la sala de testigos protegidos de los juzgados de Cuautitlán, Estado de México, no podía creer lo que acababa de escuchar: "entonces, ¿sí lo declararon culpable?", le preguntó incrédula a la agente del Ministerio Público y al asesor jurídico.


Momentos antes, el juez del caso emitió su veredicto, declarando culpable a Carlos 'N' por el delito de violación en agravio de Giovana, su exesposa y madre de cuatro hijos en común. El 4 de noviembre se dictará la sentencia, cuyas penas van de los 10 a los 20 años de prisión, de acuerdo con el Código Penal del Estado de México.


"Hoy se me hizo justicia. No lo festejo, pero se me hizo justicia. Ahora solo falta ver lo de mis hijas (la custodia y una posible denuncia por violencia vicaria)", dice Giovana afuera de los juzgados donde se emitió el veredicto.


Un día antes, cuando se llevó a cabo la audiencia de alegatos finales, Giovana confesó tener miedo en caso de que liberaran a su agresor, pues su vida estaba en riesgo o podría no volver a ver a sus hijas.




Fallo de culpabilidad


El veredicto de este miércoles, según explicó el juez, se dio con base en el Protocolo para Juzgar con Perspectiva de Género —elaborado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)—, de manera que se desestimó la estrategia legal de la defensa, que a lo largo de las audiencias y el desahogo de pruebas acusó a Giovana de "falaz", "mendaz" y, mediante el testimonio de personas cercanas al imputado, la calificó como una persona con trastornos mentales.


El juez puntualizó que una de las características más comunes del delito de violación es que no hay testigos, y que no en todos los casos las víctimas presentan huellas visibles de violencia.


Lo anterior debido a que el abogado defensor señaló en sus alegatos finales que "solo ellos dos (Carlos y Giovana) saben lo que realmente sucedió, no podemos creerle solo a la que se dice víctima". Asimismo, refirió que las pruebas periciales no comprobaron que los hematomas y la hinchazón vaginal que tenía Giovana fueran correspondientes a una violación.


Incluso, el abogado recriminó que en juzgados familiares Giovana dijo que su cuarto hijo fue producto de una “reconciliación” con su esposo, más de no de una violación. "La víctima no puede andar por la vida diciendo que su hijo fue concebido por una violación", le explicó la fiscalía posteriormente.


El juez también se pronunció sobre la revictimización por parte de la defensa de Carlos 'N', al decir que Giovana y su denuncia son una "falacia", sin presentar pruebas. También mencionó que los supuestos trastornos mentales que se usaron para desestimar la acusación no tienen relación con el hecho de que se cometiera una violación.


En tanto, el juzgador desechó la petición de la fiscalía y del asesor jurídico para reclasificar el delito como violación con agravante de relación de confianza (lo que pudo haber aumentado la pena), pues consideró que si bien estuvieron casados y mantuvieron una relación sentimental, no son razones suficientes para atribuir esta circunstancia.


"En razón de lo anterior, se encuentra la culpabilidad de Carlos 'N' por el delito de violación", sentenció el juez.


Contra todo pronóstico


En audiencias previas, Giovana había sido "aconsejada" por un juez familiar para que le otorgara el perdón a Carlos, y así ella no "echaría a perder" la relación con dos de sus hijas, aún menores de edad y quienes fueron separadas de su madre hace seis años.


La misma "sugerencia" recibió por parte de familiares, que le advertían que "las cosas podían empeorar para ella", y era mejor otorgarle el perdón y la inmediata liberación a su agresor.


Pero la violación es un delito que se persigue de oficio; es decir, la autoridad no necesita de una denuncia para iniciar (en este caso, continuar) una investigación o imputación. El fallo ya no dependía de Giovana.


Uno de los elementos que se abordó en las audiencias es el pleito legal en los juzgados familiares por las convivencias de Giovana con sus dos hijas menores de edad.


El abogado de Carlos hizo referencia a que todas y cada una de las sentencias en el juzgado familiar fueron a favor de sus clientes, lo que les da la razón, dijo. Sin embargo, este hecho solo evidencia que, desde hace años, el sistema judicial le ha fallado a Giovana separándola de sus hijas y permitiendo ser manipulada y violentada por su exesposo.


A lo largo de este proceso, Giovana fue víctima de violencia institucional por parte del Poder Judicial del Estado de México: le fue negado su expediente; la dejaron encerrada en una sala en la que no tuvo acceso a su audiencia; el primer juez que llevó el caso parecía "empatizar" con Carlos, según su perspectiva; entre otras cosas.


Giovana había recorrido todo este camino sola, hubo personas cercanas que le dieron la espalda "para no verse involucradas", su estado anímico se vio afectado, perdió su empleo. ¿Y si este fallo tampoco la favorecía, como había ocurrido tantas veces en los juzgados familiares?


Pero no fue así. Contra todo pronóstico, encontró un grupo de apoyo que la animaron: "Giovana, hermana, aquí está tu manada". Y obtuvo, por primera vez, un fallo que la favorecía.


Ver la luz en el túnel


"Solo yo sé el infierno que viví con Carlos", le contestó Giovana a un familiar que le sugería "perdonar" a su agresor.


Giovanna Trejo conoció a Carlos 'N' a los 15 años de edad. Ambos estaban en preparatoria y desde esa época se fueron a vivir juntos. Después llegó su primera hija y el matrimonio.

“Él siempre fue una persona muy violenta y cuando nació mi hija grande él amenazó con irse, pero al final se quedó. Cuando mi hija tenía seis años, empezaron los golpes y violencia de todo: económica, física y psicológica. Yo lo iba a dejar, pero me enteré que otra vez estaba embarazada”, contó Giovana a Marejada.

Durante su matrimonio, Giovana tuvo cuatro embarazos y uno de ellos, el segundo, derivó en un aborto que fue causado por Carlos durante una discusión en la que la empujó, pero ella no tuvo tiempo de denunciar y las autoridades no indagaron más.

Pasaron los años y Giovana tuvo sus otros dos embarazos con un diagnóstico de depresión y en medio del sometimiento de su esposo, que le impedía trabajar, estudiar y hasta salir sin su "permiso". Carlos 'N' también le impidió hacerse una cirugía de esterilización.

Giovana encontró una escuela de enfermería y ahí decidió cambiar su vida. Dejaría a su esposo, estudiaría y trabajaría. Su hija mayor, de entonces 14 años, aplaudió su decisión y expresó su total apoyo. Situación que cambiaría con los años.

La supuesta "reconciliación" a la que hizo mención la defensa de Carlos 'N' consistió en chantajes y abusos hacia Giovana a cambio de saber cómo estaban sus hijas. No más. Si Giovana preguntaba por ellas, él le exigía una foto o relaciones sexuales.

Carlos seguía teniendo acceso al domicilio de Giovana ya estando divorciados. De hecho, su quinto embarazo ocurrió después de separarse y fue producto de una violación. El niño, quien hoy tiene dos años de edad, es el único que está con su mamá.


La batalla que Giovana sostiene en los juzgados familiares ha dado como resultado que, finalmente, este mes pudiera volver a ver a dos de sus hijas menores de edad.

"Eso me hizo ver un poco de luz en el túnel. Pude abrazar a la chiquita, la de en medio aún se resiste, pero ya pude verlas y estar con ellas", le expresó a Marejada.


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