Los datos oficiales indican que en México hay un total de 105,140 personas desaparecidas, de las cuales 3,589 tienen registro en Coahuila, de donde es originaria Jovanna Dibanhi. Esta es su historia.
El 25 de junio de 2021 fue el último día que Jovanna Dibanhi Aguilar Pérez tuvo comunicación vía telefónica con sus amistades. A la noche siguiente y en los días posteriores intentaron llamarla, pero no respondió.
María Guadalupe Pérez, mamá de Jovanna Dibanhi, se enteró de la desaparición de su hija dos semanas después, pues había tenido problemas graves de salud derivados de la hipertensión, y esto le fue recriminado por las autoridades. "¿Cómo no se enteró antes?", le cuestionaron.
"Mi hija desapareció de una forma muy extraña, porque desapareció de su propia casa. Yo no lo había visto antes, porque no vive conmigo. A mí me avisa mi exesposo, pero él se dio cuenta inmediatamente. La anduvo buscando antes de avisarme, pero al no encontrarla fue a presentar la denuncia", cuenta la señora Lupita en entrevista con Marejada.
En mayo de este año, la pareja sentimental de Jovanna Dibanhi fue detenida por el delito de desaparición forzada, pero se ha negado a declarar cualquier cosa y, sobre todo, a decir dónde está la joven.
¿Quién es Jovanna Dibanhi?
La joven tenía 22 años al momento de ser desaparecida. Es mamá de una niña de cinco años de edad, principal razón por la cual, afirma la señora Lupita, no se hubiera ido "solo porque sí".
Jovanna Dibanhi es muy amigable, alegre y apasionada. Siempre le pide a sus amistades que le digan Debanhi, con 'e', nombre que compartiría con otra joven que desapareció en Escobedo, Nuevo León, solo 10 meses después.
Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, de solo 18 años de edad, desapareció el 8 de abril de 2022 y su cuerpo fue localizado el 22 de abril en la cisterna de un hotel de la zona. Hasta el momento, las autoridades no han logrado sustentar la versión oficial que indica que la joven cayó por accidente y se ahogó.
"Cuando vi en las noticias sobre esta muchacha me dio mucha tristeza, porque mi hija se llama Dibanhi, con 'i', pero ella dice que se llama Debanhi, y así es como la conocen sus amistades. Me dio gusto que se unió mucha gente para buscar a Debanhi, y entonces pensé que lo mismo podía pasar con lo de mi hija", dice María Guadalupe.
Por ello, la mamá de la joven abrió una página de Facebook a la que nombró La Dibanhi de Coahuila para decirle a la gente "mi hija también desapareció, ayúdenme a encontrarla".
Un detenido; cero pistas de Dibanhi
Jovanna Dibanhi tenía una relación sentimental con un hombre de entre 38 y 40 años que decía ser originario de Estados Unidos e insistía en mantener un bajo perfil, aunque afirmaba no tener familia en Coahuila.
"Él no se dejaba tomar fotos ni videos ni nada porque según se sentía inseguro de su físico, fue algo que mi hija me contó. Eso se me hacía sospechoso, pero yo no me podía meter, era la relación de mi hija", explica la señora Lupita.
La relación era reciente. Tenían ocho meses de conocerse y una promesa de matrimonio y de una vida juntos, con la hija de Dibanhi, en Estados Unidos. Pero en las últimas semanas algo parecía haber cambiado.
"Mi hija le contó a su papá que traía problemas con este hombre y que incluso lo quería dejar, que ya lo había corrido de su casa porque era celoso y controlador, le revisaba el teléfono y controlaba sus redes sociales", describe Lupita.
Cuando Jovanna Dibanhi desapareció, él también lo hizo, y luego de que la familia de la joven hizo público el caso se descubrió la "otra vida" del sujeto: vivía en un ejido cercano a la colonia Latinoamericano, en Torreón; además, tenía 15 años de casado y tres hijos.
El 12 de julio de 2021, en las primeras semanas de la búsqueda, la mamá de Jovanna Dibanhi recibió una llamada del sujeto, quien no mostró interés por saber dónde estaba su pareja y prometida, solo se limitó a negar su participación en los hechos.
"Él me marca a mí y me dice que andaba en Saltillo (Coahuila) y que no tenía nada que ver, que no sabía dónde estaba mi hija. No preguntó por ella, no se preocupó ni tantito. ¿Por qué no aparecerse para buscarla con nosotros? ¿Por qué no dar la cara?", cuestiona María Guadalupe.
Posteriormente, ubicaron el domicilio de la mamá del sujeto, quien dijo no haberlo visto en meses, pues supuestamente lo había anexado en un centro de adicciones en Gómez Palacio, versión que los papás de Dibanhi no creyeron.
Fue hasta mayo de este año que, ante la presión e insistencia de la familia de la joven, las autoridades buscaron y detuvieron al sujeto, quien fue vinculado a proceso por el delito de desaparición forzada, pero de Dibanhi no se sabe nada.
"Él no da respuesta, no dice nada. Yo solo quiero saber qué pasó con ella o dónde está. Todo esto me hace pensar que tal vez está desconectada y aislada a la fuerza o incluso que le quitaron la vida".
María Guadalupe Pérez.
La indolencia de las autoridades
En las primeras semanas de la búsqueda de Dibanhi y pese a la denuncia oficial ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de Coahuila (FGJEC), no había avances en la investigación e incluso las autoridades se negaron a hacer su trabajo.
Durante cuatro meses, María Guadalupe se presentaba todos los días al Ministerio Público, pero no recibía atención. Se limitaron a darle un número en el cual no contestaban y cuando encaró al licenciado designado al caso este le respondió "tengo mucho trabajo, no la voy a poder atender".
En otra ocasión la señora Lupita fue cuestionada por el mismo agente del Ministerio Público por no enterarse de inmediato de la desaparición de su hija. La siguiente "bofetada" que recibió fue cuando le dijeron: "usted tiene muy poquito tiempo buscando a su hija. Tenga paciencia, hay mamás que llevan hasta 15 o 20 años".
En ese momento, Lupita supo que tenía que tocar otras puertas, así que se acercó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), instancias de las que no tenía conocimiento previo. Lo mismo pasó cuando creó la página de Facebook: "yo solo me metí y le piqué en lo que alcanzaba a entender, no sabía cómo usarlo".
Y en una ocasión tuvo la oportunidad de acercarse al presidente municipal de Torreón y al gobernador Miguel Ángel Riquelme para exponerles su caso.
"Sé que ellos no tienen la culpa de que estás cosas pasen, pero sí les pido apoyo porque mi hija tiene derecho a ser buscada y a no ser responsabilizada por lo que sea que le haya pasado", enfatiza.
"Es una desesperanza y una tristeza horrible ver que pasan y pasan los días y no sabemos de ella".
María Guadalupe Pérez
¿Y las otras desaparecidas?
Después de la desaparición de su hija, la señora Lupita escuchó de otros casos de mujeres y niñas desaparecidas en la zona conocida como la Comarca Lagunera. Muchas de ellas han aparecido asesinadas en Goméz Palacio, y la lista se sigue incrementando.
De esas víctimas localizadas, María Guadalupe se ha acercado a las autoridades para que le permitan verlas y descartar que alguna sea su hija, pero le dicen que no, que ya todas están plenamente identificadas por sus familias o que están en un alto grado de descomposición y es "imposible" hacer un reconocimiento.
"Las autoridades dicen que en México hay más de 100,000 personas desaparecidas, pero creemos que son muchos más los que no están en sus números", plantea.
En los recorridos que ha hecho buscando a su hija, María Guadalupe supo de más casos que no están contemplados en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, como el de Edna Xóchitl López González, de ocho años de edad y de quien no se sabe nada desde hace tres décadas.
O Stephanie Sánchez Viesca, de 16 años de edad, desaparecida en 2004. Estos dos casos, igual que el de Dibanhi, estremecieron a la Comarca Lagunera, un lugar que a finales de los 90 e inicios de los 2000 se creía "seguro" para los habitantes.
Así, Coahuila acumula 3,589 registros de personas desaparecidas de 1964 a la fecha, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Gobernación (Segob).
"¿Dónde están todas esas personas? Nadie tiene derecho a desaparecer a otro, pero las autoridades sí tienen la obligación de buscarlas. No son una bicicleta que dices ‘se me perdió’. Son nuestras hijas y merecen que esto no les pase, merecen ser buscadas".
María Guadalupe Pérez.
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